Un grupo de piratas informáticos logró apoderarse de 401,347 Ethereum, valorados en USD 1,500 millones, informó Ben Zhou, fundador de la empresa Bybit, con sede en Dubái.
A pesar de la magnitud del ataque, Zhou pidió calma a los clientes y aseguró que los activos restantes están protegidos. “Tengan la seguridad de que todas las demás billeteras frías están seguras”, escribió en X.
El directivo también afirmó que los retiros continúan funcionando con normalidad y que la compañía compensará a los afectados, utilizando fondos propios o recurriendo a un préstamo de socios.
Un ataque sin precedentes
Bybit maneja aproximadamente USD 20,000 millones en activos, lo que la convierte en una de las principales plataformas del sector. Según Rob Behnke, CEO de la firma de seguridad blockchain Halborn, este podría ser “el mayor robo de la historia, no solo en el mercado cripto”.
El ataque ocurrió el viernes 21 de febrero de 2025, durante una transferencia rutinaria de la empresa. Los hackers lograron vulnerar una billetera digital con Ethereum, la segunda criptomoneda más valiosa después de Bitcoin, y luego desviaron los activos hacia direcciones no identificadas.
Un método sofisticado de ataque
Según un análisis publicado por Forbes, los atacantes utilizaron una técnica avanzada que manipuló la interfaz de firma de la transacción.
Además, se determinó que emplearon estrategias de phishing e ingeniería social para obtener acceso a credenciales internas. Posteriormente, lograron eludir los protocolos de seguridad y explotaron vulnerabilidades en el sistema de autenticación de múltiples firmas de Bybit, generando aprobaciones fraudulentas para extraer los fondos sin activar alarmas.
Tras el robo, los activos fueron transferidos rápidamente a múltiples billeteras y convertidos en distintas plataformas de intercambio, informaron medios como CNBC.
El impacto del ataque también se reflejó en el mercado de criptomonedas, con una caída del 4% en el precio de Ethereum, situándolo en USD 2,641.41 por unidad el mismo viernes.
Este golpe supera el récord previo de USD 620 millones sustraídos en 2022 a la red Ronin, estableciendo un nuevo hito en la historia de los ciberataques financieros.